¿Experimentación digital o transformación digital?

Por Cristian Gómez, Estrategia y Planificación Multi Country Cisco Latam.

En 2017 un grupo de ejecutivos de las 40 compañías globales más grandes del planeta se reunió en un taller impulsado por el Foro Económico Mundial para discutir sobre la disrupción de las tecnologías en las empresas.

En dicha ocasión un alto ejecutivo planteó lo siguiente: “Hoy en día, necesito programar con meses de anticipación la compra de un repuesto de más de 10 millones de dólares, sin embargo, durante toda la espera a que el repuesto llegue, no tengo visibilidad sobre su ubicación dentro del proceso ni tampoco claridad sobre el día y hora en que llegará. Sin embargo, cuando he pedido una pizza de USD10 desde mi celular, se hasta en qué momento ponen las anchoas, además de saber la hora exacta que llegará a mi casa”. Este simple ejemplo clarifica sobre cómo la tecnología comienza a crear nuevas normas para la adopción por parte de las industrias.

Un reciente estudio de Bain & Company demostró que las empresas que han adoptado tempranamente estrategias digitales y de transformación digital han generado un crecimiento del 80% de capitalización de mercado en los últimos 10 años. Con estos datos a la vista es fácil entonces pensar que las empresas deben adoptar procesos de transformación digital, más aún que muchas empresas hoy en día están adoptando procesos de transformación. Sin embargo, no nos equivoquemos, la mayor parte de las empresas realiza experimentación digital.

¿Qué es entonces la experimentación digital?

La forma en que operan muchas empresas a nivel local e incluso internacionales, es enfocar los esfuerzos en resultados operativos de formas independientes, las cuales pueden obtener buenos resultados de forma individual, pero que en el global de la compañía suelen ser no satisfactorios e incluso insostenibles.

Por lo general, parte de estas iniciativas supone un desafío tecnológico, pero la realidad es que no podemos considerar la tecnología para un uso individual o en silos. Esto es lo que llamamos una experimentación digital.

A diferencia, cuando hablamos de transformación digital, debemos pensar en integración, y para eso es necesario tener en cuenta los cuatro pilares claves para una transformación exitosa.

El primer paso es generar una estrategia digital. Aquí es donde se define hacia dónde va la empresa, cómo se ve en 5-10-15 años y cómo harán para que su negocio avance sin la incertidumbre de errar, además de cuál será la forma de obtener una ventaja competitiva. Este es el momento en que las empresas deben replantearse sus antiguas estrategias y saber si son sostenibles en el tiempo.

El segundo paso es crear un nuevo modelo de negocio. Las empresas deben responder qué es lo que su negocio hace y sobre esta base enfocar los esfuerzos y prioridades conjuntas de la compañía (ventas, finanzas, operaciones, entre otras), redescubrir las necesidades de los clientes, además de cómo alinear las mismas a la estrategia digital, trabajando de forma integrada entre departamentos.

El tercer paso es identificar a los facilitadores. Las compañías deben conocer quiénes serán el motor de la transformación, por lo general son cuatro los más importantes; los datos y su procesamiento -la cual necesariamente debe estar automatizada y debe ser predictiva- los sistemas y tecnologías empleadas en los procesos, el modelo operativo de las compañías -que facilite la integración generando un ecosistema como una fuente de ventaja- y por último el talento y la cultura, que guarda relación en cómo las empresas aprovechan los input de los colaboradores para generar acciones que faciliten la transformación, es decir, que sumen sinergias para conseguir una fuente de ventaja digital.

Por último, el cuarto paso es la orquestación. Las empresas deben saber gerenciar el cambio transformacional a través del tiempo. Los CEO´s de las empresas deben saber que acá las reglas del juego cambiaron, el retorno de las inversiones ya no determina el éxito de una compañía, al contrario del valor futuro de los activos netos y cómo se alinea a los miembros de la compañía con la estrategia. Las empresas que tienen éxito en la transformación son aquellas que son expertas en la orquestación.

Finalmente podemos decir que una empresa que desea iniciar un proceso de transformación requerirá no sólo de estos pasos antes descritos, sino además de un buen gobierno corporativo, con métricas y gestión del riesgo, liderazgo y compromiso social, que fomente la innovación dentro de su misma empresa.